Refrito del valor de mis amigos
Este tiempo que sobra y que nos falta.
Tan temprano mediodia y tan tarde para todo.
Ganas de estar y de haberme ido del todo
...que pasó con la escritura?
Parece que las letras se esconden de las risas.
No hay caso: un buen texto siempre es una depresión encubierta.
Y sin embargo hoy me siento, tardecita de invierno siempre a tiempo
Olor a azahares y a manzanitas quemadas
¡Tan lejos tafi viejo!
Y pienso en delantales blancos, en tías almidonadas, en amigas llenas de tiza, en promesas de soles y diablos, en la pelota en el techo, el bahiano, las franciscanas, el bobo, las vias...
En la Uttinger, que ahora ilumina un hada, que se llama sofia, y que en sus manitos, recien estrenadas, se ve la promesa de ahuyentar el polvo que carga en sus ojos mi amigo Franco,
que ya no juega más al carnaval en la esquina
Hoy huele a otros tiempos:
las tardes a veces tienen ese milagro
Huele a domingos viendo el partido en la avenida,
A la semana del colegio: a pintura roja y polleras a cuadros
A las últimas risas en el balcón de Ale
a San Pedro, por que no?...hubo muchos San Pedro con el mismo olor...y con saco azul...y ruido de luciérnagas.
No me voy tan lejos, doy la vuelta a la manzana: menos zaguanes y mas pavimento
...el mismo olor a azahares:
el ruido de un dado que rueda hasta el piso, un vino en la mesa, un mapa improvisado, marcial que me envuelve con sus graves y me hace sentir que ya no estamos Dorothy en Kansas.
Y vuelvo al presente con música de fondo y F.X. de película de cable,
a este domingo de puente por el que ya ha pasado demasiada agua
y me apoltrono un rato a extrañarlos,
a permitirme repasar las líneas que van trazando sus vidas en mi memoria
y solo me queda darles las gracias por haber llenado en sepia a todos mis recuerdos de luz.